martes, noviembre 28, 2006

DEVENDRA BANHART: El Cuervo Indie


Como caído del cielo llegó a mis oídos este cuervo mutilado llenó de neo-folk, “Cripple Crow”, así se llama el disco de este vagabundo y ex estudiante de arte, de barba y pelo largo que a lo lejos se parece a Jesucristo o un integrante de una comunidad hippie de fines de los ’60, con voz brillante y a veces afectada e infantil, tan angelical como una bella dama y con el sonido primitivo de su guitarra, este músico de nombre extraño se llama Devendra Banhart.

Pero antes recopilemos antecedentes para ubicarnos de donde aparece Devendra. Nace en Texas y acaba de cumplir 25 años el 30 de mayo, pasa su adolescencia en Venezuela con su padres (tierra natal de su madre), retorna a Estados Unidos pasando por el San Francisco Art Institute, lleva una vida bohemia, pero siempre haciendo música. Vive en París, vuelve a Los Ángeles, se radica en New York y ahora apronta valijas para mudarse a Topanga Valley, en California.

Surge del underground neoyorquino y en poco tiempo fue trepando a los primeros niveles del indie rock, convirtiéndose en uno de los representantes más respetados de una nueva generación del Folk por supuesto que comenzaron las comparaciones con otros grandes como Nick Drake, Marc Bolan, Syd Barrett o John Fahey.

Aunque sus discos anteriores no tuvieron repercusión, sale un disco de título interminable “Oh me oh my… the way the days goes by the sun is setting dogs are dreaming love songs of the Christmas spirit” (Young God, 2002). Es una recopilación de veintidós temas grabados con un cuatro pistas prestado, aunque algo desordenado, logra emocionarnos con textos entre lo imaginario y real, dejándonos la inquietud de lo que vendría.

En menos de un año salen dos álbumes, primero "Rejoicing the hands" (Young God, 2004); presenta una producción más cuidada, con estilos más clásicos de la música popular como el gospel, el blues y el folk más tradicional, y confirmando su capacidad para realizar preciosas canciones, con desnudez acústica, entre la que se destaca una en español titulada “Todos los dolores”, de una belleza singular. A los pocos meses aparece "Niño Rojo" o Nino Rojo (Young God, 2004), irresistible, confirmando que solo con su guitarra y voz nos trae aires renovadores en una perfecta conjunción de lirismo y balanceo armónico, transportándonos a un viaje en el tiempo a sensaciones psicodélicas.

Ahora sí se transforma en un ídolo del neofolk o psych-folk -como gustan llamar algunos-, y el propio Devendra no acepta mucho el tema de las etiquetas y le escapa a todo tipo de encasillamiento, dice: “Estoy cansado del asunto del ‘nuevo folk’… Todos esos músicos son mis pares (se refiere a sus amigos como Joanna Newson, CocoRosie, Vetiver entre otros, con quienes coordinó reuniéndolos en un compilado, “Golden Apples Of The Sun”, cuyo arte de tapa le pertenece a Devendra); muchos son mi mis amigos, pero eso no justifica que se nos meta en una misma bolsa. Los periodistas son los únicos que utilizan la denominación de ‘folk’ para describir nuestra música” En tan poco tiempo es la atracción de la crítica y de los amantes de las buenas canciones, y sin proponérselo estaba renovando el panorama del folk underground norteamericano.

Llegamos al 2005 y Devendra Banhart nos sorprende con el fascinante “Cripple Crow” (XL Recordings), aunque sigue siendo retro pero no tan folk como en sus inicios nos presenta veintidós canciones de variados estilos, sensaciones, estructuras, con la tapa de una foto grupal que muchos recuerdan al Sgt. Peppers de los Beatles, y Devendra explica: Me halaga que lo comparen con ese disco, sabía que la gente iba a hacer esa asociación, pero no era mi intención vincularlo con ese disco de los Beatles. La foto fue tomada en un parque de San Francisco cerca de Haight-Astbury, en el mismo lugar donde me contaron, según un testigo presencial, que Janis Joplin hizo el amor con un muchacho. Así que decidimos sacar la foto en ese lugar. Convocamos a la gente, y aunque no se nota, ese día llovía. Le agregamos otras fotos de gente que participó en el disco, y así quedó la tapa”.

Cripple Crow contiene tres hermosas canciones cantadas en español, In Neal, Pensando en ti y Quédate luna, se nota una inquietud en la búsqueda de estilos, saliendo de la clásica guitarra y voz que en trabajos anteriores, se siente más libre, sin fronteras, de alguna forma hasta más político, en el tema Cripple Crow habla de la colonización y dice “Cuando viene a través de la montaña, vamos a correr y correr” en referencia al genocidio de los indios norteamericanos. Uno percibe que fue grabado en una gran armonía juntos a los músicos y amigos que el considera como sus hermanos, Noah Georgeson, Andy Cabic de Vetiver, y el productor Thom Monaham, se encerraron en invierno en un estudio de Woodstock, en el medio del bosque entre animales salvajes. Dice Devendra que “Cripple Crow es el fruto del amor que nos unió durante esos días. La experiencia fue muy buena que ahora no me imagino grabar de otra manera”. De esta experiencia surgieron 45 temas que luego redujeron a 35 y finalmente quedaron 22, de los cuales recomendamos Little Boys, Long Haired Child, The Beatles, Some People Ride The Wave o poemas como Queen Bee, entre otros.

Admirador de Atahualpa Yupanqui, Silvio Rodríguez, Simón Díaz y Caetano Veloso, promete una gira por Venezuela, Colombia, Brasil y Argentina por este año ¿y a Uruguay no? y se le da por cambiar el nombre a su banda con cada gira y que en la próxima se van a llamar “Puta Sola”.
Solo no nos queda seguir deleitándonos con la música y poesía de este cuervo mutilado que a pesar de la nueva explosión que provocó, tiene alas para seguir volando alto.




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